sábado, 26 de abril de 2008

Circular del XVI aniversario y Circular Pragmática.

DECIMO SEXTO ANIVERSARIO
1927 ERA VULGAR AÑO 17 NUEVA ERA





La Escuela Magnético - Espiritual de la Comuna Universal

En su Décimo Sexto Aniversario
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CIRCULAR DE INTERÉS GENERAL



Como cualquier institución o persona, recordamos con alegría el Aniversario del Natalicio y damos en el 16° nuestro, nuestras albricias, plácemes y gracias, a las legiones que siguen el camino de luz, que nuestras doctrinas les iluminaron para andarlo sin equívocos.

Estamos al tanto de la marcha de nuestra Escuela por los grandes biblioratos de cartas archivadas, recibidas y contestadas en número mayor de 8,000, en las que vemos los temperamentos diferentes, las pretensiones de cada uno, pero que, sumadas y vistas en su fondo son sólo un querer, que difieren sólo del método práctico que la Escuela expone para el Espiritismo Luz y Verdad; pero ello es hijo de causas raciales y prejuicios que aun reviven y antagonismos viejos de espíritus y nuevos de hombres, por educación errada y sobre todo, en nuestro campo, por las condenables prácticas del funesto espiritualismo, amalgama terrible de Espiritismo y Religión, amasados por los siempre enemigos del Progreso: los religiosos.

Más nos empeñamos en llenar el ambiente de nuestros axiomas en contra de los dogmas y lo han de respirar los hombres en el oxígeno que aspiran; y los hemos de llenar, exponiendo siempre sin imponer jamás, aun cuando los que nos temen (porque no pueden amar) digan, que “Esto es dogmatizar e imponer” pero con ello prueban, que ni aún saben lo que es dogma e imposición. No. No imponemos la doctrina, ni la creencia ni aun la virtud; salvo que imposición sean nuestros axiomas incambiables, incontrarrestables, inconfundibles e indiscutibles filosóficamente. Salvo que imposición sean nuestros estudios claros como la luz de las ciencias todas, ante el Espiritismo, y salvo que imposición sean nuestros ejemplos de tenacidad y moral, en lo social, económico-material y espiritual, que queremos y pedimos como virtud manifestada de todos nuestros adherentes y sobre todo de los Directores de nuestras Cátedras y Secciones y aun en más alto nivel de los Consejos Provinciales y Regionales. Y si nosotros vamos adelante con el ejemplo para que no se nos diga: “Médico cúrate a ti mismo”; y si lo pedimos, ¿dónde está ni aun para esos Consejos, la imposición? Y si exponemos axiomas, ¿dónde están nuestros dogmas?... Cualquiera pues, que controvierta estos términos calumnia vilmente. Más cualquiera que se adhiera a la Escuela para cubrir sus perversidades y bajo el concepto alto que la Escuela tiene ante los rectos y concientes doctorados y sabios, trate de seguir satisfaciendo sus pasiones, es un ladino detractor que agravó su culpa con el prevaricato. Advertencia que hacemos, aunque nos duela, porque jamás podemos complicarnos en el consentimiento de los tales hipócritas hermanos.

Cuando dijimos “Con la Escuela o contra la Escuela”, (como ya habíamos expuesto todas nuestras doctrinas que son lo que forma la Escuela), era lo mismo que decir, que para ser con la Escuela, habían de hacer suyas las doctrinas, las causas y tópicos que persigue, sobre todo la anulación del Espiritualismo, con todas sus prácticas que denigran al Espiritismo.

Algunos audaces (más perversos por lo tanto que la generalidad de los equivocados espiritualistas), creyeron engañarnos con una falsa adhesión. Más ¿qué importa al pastor experto, que el lobo se arrime con piel de cordero? Podrá el lobo dar una dentellada, pero a la segunda el pastor matará al lobo. Algunos pocos ejemplos ha dado la Escuela de haber conocido a esos disfrazados y fueron expulsados. Son esos, con los otros que los vistieron de cordero, los que dicen que dogmatizamos, que imponemos y que “No nos conformamos con lo que hacen los demás, por la cual, la Escuela es un cisma”. Vamos a desmentirlos.

“Cisma” dice: “División entre los individuos de una comunidad; discordia, desavenencia”, Retamos a todos los hombres que han leído nuestras obras y circulares, a que alguno nos señale un solo punto que hayamos escrito en contra de la fraternidad humana universal. Y si no podrán acusarlo, ¿dónde hemos hecho discordia ni desavenencia? Falso es pues, el sostenido de esos “perversos”, usando la palabra de Moisés.

Mas son los Espiritualistas y Espirititereteros, los que dicen que la “Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal ha hecho un cisma en el Espiritismo”. Pero sentemos como auto de juicio que esos…(hermanos por fuerza), afirman que “El Espiritismo nació con Kardec “y lo denominan” Espiritismo Moderno” y aun afirman que “El Espiritismo es Religión”.

Nacida la Escuela cincuenta años más tarde de los libros de Kardec; si Kardec es el fundador del Espiritismo, la Escuela es un cisma.

Mas les preguntamos a esos señores… teólogos… y filosofastros, ¿qué era aquello de materializarse Jesús a sus Apóstoles? ¿Qué han querido decir los mismos Pontífices al decir que tenían la revelación divina? ¿Qué practicaban los Esenios, en cuya Escuela Jesús se hizo Maestro para predicar el reinado del Espíritu? ¿Por qué Moisés condena a los que evoquen los espíritus, motivo donde encuentra la Religión Católica causa para condenar el Espiritismo? ¿Por qué Moisés promete la Ley Escrita que recibirá entre relámpagos y truenos y se efectúa? ¿Por qué Jacob ve la escala enigmática de la encarnación y reencarnación de los espíritus? Como le es dictado a Abraham el testamento concierto, llamado secreto? Y ¿Por qué Shet evoca y le contestan y hace ya 57 siglos? Y ¿por qué también Shet ya encuentra los nombres de grandes “Risis” más los nombres de varios planetas en la tierra? ¿Es moderno el Espiritismo?, o es en la tierra tan antiguo como los hombres y en el Universo tan viejo, viejísimo como el Creador, que no es Dios de ninguna religión? ¿Por qué Isaías condena y quema a todos los Dioses religiosos? ¿Dónde está pues, que “La Escuela que fundó Trincado sea un cisma en el Espiritismo” que lo presenta tan antiguo como el Padre de todos los espíritus? Se ha vuelto pasiva la creación. El cisma es el llamado “Espiritismo Moderno” o nefasto “Espiritualismo” sostenedor de los Dioses que quema Isaías y continuador de las religiones que destruye el “Espiritismo Luz y Verdad”, que no es cisma; que tiene la misma antigüedad, que el Creador de los Espíritus y del Universo…Basta.


II



Nuestros adherentes y más principalmente los Directores de Cátedras y Secciones, y un grado más que éstos, nuestros Celadores, tienen que tener la convicción de todo lo anterior, no porque los expongamos nosotros, sino por haberse convencido ellos mismos, en el razonamiento de nuestra filosofía que expone los axiomas.

Cuando están en esa convicción, son invencibles de los sofistas, modernos espiritistas, vulgo espiritualistas y espirititereteros y descubren con facilidad a los “perversos” lobos disfrazados de corderos, que en general son “Facundos” pero “Fecundos” y también estultos supercheros, curanderos, que están enfermos en cuerpo, alma y espíritu, o la mayoría de todos ellos, fanáticos religiosos, con prácticas más pobres y vituperables, que las usadas en los templos de la bestia 666 y sus hijas.

Más a pesar de las instrucciones dadas en nuestras circulares, y “Pragmática” y artículos para el “Heraldo del Espiritismo” y “Luz y Verdad” (que nos vemos precisados a reimprimirlos aquí, porque no a todos llegan esos periódicos), no es fácil la dirección de las Cátedras, no por falta de competencia, sino por los antagonismos que aun no se han borrado de unos a otros hombres; y porque, otros toman al pie de la letra los consejos que reciben y otras veces, porque no comprenden la igualdad de la Justicia, en el conjunto de los grados del conglomerado, pero que no puede ser que ninguno haga las cosas con el mismo grado de perfección, porque, por separado del conjunto, cada hombre en su progreso tiene grado diferente, mayor o menor, pero no hay dos iguales.

Declarado este punto y salvado los casos de superchería, que por ningún caso consiente la Escuela, como tampoco el Curanderismo y las prácticas del Espiritualismo, para los que, sin embargo, caben las correcciones de la “Ley de Mediumnidades” que tenéis en el libro “El Espiritismo en su Asiento” y en “El Espiritismo Estudiado”, pero que no consiguiendo la corrección, debéis declararlos incorregibles y expulsarlos, para que no manchen a los demás.

Entiéndase bien, que no hablamos de los hombres humildes e ignorantes, para los que, nuestra Escuela, tiene todos sus amores y se esfuerza en enseñarlos y adelantarlos; y en las Cátedras se les ha de tener todas las atenciones de verdadera fraternidad, por Amor, que es deber, y no por Caridad que es Baldón. Hablamos de los falaces supercheros y de los “Espiritistas Modernos” que no se modernizan y los “Curanderos”, que están ellos enfermos; de los “Fenomenistas”, que no ven su gran fenómeno de aberrados a la religión con toda sus pasiones, dogmas y errores; de los inmorales por hábito y de todos aquellos que ven en los demás solamente lo que ellos son. Hablamos de los fanáticos y místicos, porque no son capaces de razonar; y donde no hay razón no puede haber conciencia, y sin ésta, no hay posible progreso.

Más, hay millones de equivocados que no tienen esos malos hábitos. Militaron en los Centros de Espiritualismo, o aun están bajo las primeras instrucciones dadas, para poner en discusión a los Dioses con sus religiones, cuya corona ciñe las sienes del hermano Kardec, con otros misioneros que con él vinieron.

Más triunfante el principio espirita de los Dioses y religiones, se imponía seguir el progreso y quitar esos tronos del error y la esclavitud y esta Escuela, trajo la piqueta inquebrantable y demoledora, que son sus obras.

Clamaron los Dioses con sus rugidos de impotencia y corren a sostenerlos, por afinidad, los Espiritualistas, y por el engaño más estúpido, los materialistas, saliendo a la lucha contra los mismos Espiritualistas, lo que es el colmo de la estupidez, pues ambos bandos se encuentran condenados por el mismo a quien defienden.

Esta Escuela, en su racionalismo. Ha probado en sus obras que, por ciencia y conciencia, con conocimiento eficiente de la materia, de sus leyes y de su uso en rigor de justicia, esta Escuela repito, ha probado que es más materialista que los alardeantes falaces de,”Pulvis erits et in pulvis reverteris” que robaron o heredaron de la Religión Católica… ¡Y se llaman ateos!... ¡Si será estupidez! ¿Quién sepultará mis pensamientos?... Pero, basta de esto aquí. Vamos hablar con nuestras Cátedras y Adherentes.

Hemos dicho que hay millones de equivocados que no tienen esos malos hábitos. Hay también muchos que, hambrientos de fenómenos, sólo ven en el Espiritismo esos fenómenos, que si los ven, no los entienden; y si no los ven, dicen que no los creen. Son remanentes de la fe ciega de las religiones, y de éstos, hasta hay muchos en los Consejos de las Cátedras. Nos compete preguntarles ¿son esos fenómenos necesarios al régimen de los pueblos? No lo son en ningún caso ni forma. Entonces,”si el Espiritismo no ha de gobernar al mundo y sus cosas ¿para qué sirve?” Dejarse, pues, de provocar fenómenos. Estudiar los que se operan siempre espontáneamente, pero entender, que eso que llamáis “Fenómeno” la Escuela, en riguroso análisis lo declara Efecto natural de Causa también natural, que es la que habéis de buscar. Fenómeno entra en lo entendido por la ignorancia como “Sobrenatural” y lo sobrenatural no existe más abajo del Creador, y, ni el Creador es sobrenatural porque él es la naturaleza Eterna y Universal.

Con estos conocimientos, ¿por qué hay antagonismos aún dentro de las Cátedras? Y habiéndolos y teniendo descubiertas las causas de esos antagonismos, ¿por qué no dominarlos por vuestro propio bien y progreso y en provecho de la buena marcha de la Escuela, que es vuestro propio progreso? En la Escuela (y por lo tanto en sus Cátedras), menos los antes señalados, caben todos los hombres por grandes diferencias que haya en sus grados de progreso. Señalar vosotros al hermano más capaz y decirle: “Hermano, por Amor y por Justicia, dirígenos tú” Más no admitimos zancadillas de traviesos, ni acometidas de atolondrados, ni farsas, ni comedias engañosas, ni tampoco confiarlo todo a los guías o Consejeros. La obra es de los hombres y de los Espíritus a la vez; más la responsabilidad es de los hombres y a los hombres les toca poner el timón con rumbo fijo; pero hay que vigilar con pericia las corrientes, para tomar más o menos agua en el timón y enderezar la ruta.

Dentro del Amor Fraternal, hasta caben dentro de la Cátedra fracciones afines y esto es muy humano. Pues qué ¿no hay dentro de los hogares mayores amistades entre unos y otros hermanos? Pero en lo común del régimen del hogar, prima el orden y armonía, que es patria potestad del jefe de la familia. ¿Podréis suponer que sea igual la responsabilidad de un simple adherente con la de un titular de Comisión, ni la de éste con la del Director? No lo podéis suponer, y por lo tanto, debéis imponeros la dulce disciplina que en el cumplimiento del deber de cada uno a todos os iguala.

Mas como se trata del régimen y buen orden y ya hemos dado sus bases primeras en nuestra circular “Año de Tregua”, que todos conocéis, y en una “Pragmática” publicada en “El Heraldo del Espiritismo” y “Advertencias de interés general a todas nuestras Cátedras de todas las Regiones”, para las Revistas “Luz y Verdad” de Tucumán (Rep. Arg.), “Moisés”, de Trenel (Rep. Arg.), y “El Heraldo del Espiritismo” también. Pero porque no todos reciben esos periódicos, con un inmenso sacrificio vamos a repetirlas aquí con más la “Ultima Plaga”, artículo remitido también a esos mismos órganos Pero deseamos que el mayor número posible de nuestros adherentes los conozcan y se los apropien para que desaparezcan las rivalidades o antagonismos. Entendiendo cada cual que nadie somos perfectos, y, por lo tanto, aquellos que exigen perfección en los demás, deben mostrar primero su perfección. Si siendo ellos perfectos no están dirigiendo, cúlpense ellos mismos porque o se retardaron en mostrarse y ofrecerse a la Causa, o ven imperfección en los otros porque la imperfección está en ellos. Reimprimo, pues, esas disposiciones de régimen. Leerlas, hacerlas vuestras y que siempre, en la Cátedra, Sección o en vuestra biblioteca esté este ejemplar diciéndoos: “Hermano sé Señor de ti mismo y esclavo de tu deber”. Si amas a la Escuela, nada hagas que los enemigos te puedan acusar: tu falta les sirve de arma contra la Escuela, pero la Escuela no se mancha con las imperfecciones de los hombres, que son de ellos y no de la Escuela.



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Para “El Heraldo del Espiritismo” México. D. F.

A nuestros Consejos Regionales, Cátedras Provinciales, Ciudadanas, Secciones e individuos, Adherentes de la Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal

PRAGMÁTICA



Hermanos: Paz y Amor os deseamos y una Unión perfecta en un solo pensamiento: El triunfo de la Causa Grande, que habéis prometido sostener.

Amor se llama nuestro instigador de la más grande de las Causas que había de venir a la tierra. Pero Justicia se denomina el aguijón que nos obliga a marchar por recto camino, o nos tira a un lado a sufrir nuestra impotencia o nuestros equívocos; los que no tienen atenuante, porque el prometido Espíritu de Verdad, rompió el Séptimo Sello del libro de los destinos o libro de la Vida Eterna y Continuada y os lo entrego en Sabiduría Axiomatizada con el sello eterno que dice: “Siempre más allá” Emblema de esta Escuela.

Durante 15 años de acción sólida, en la que la Justicia del Gobierno del Espiritismo tomó su entera parte y examinó y pesó las conciencias todas: mientras que el Secretario que la Ley señaló en derecho, recopiló y os dió sus sentencias y sabiduría, ésta incontrarrestable y aquellas inapelables; y hasta que llegó el momento de la organización, los detractores empedernidos y ciegos por su aberración, creían que la tregua sería larga, apoyados en que las profecías preventivas, habían dado 40 siglos; pero que en su ceguera, no veían cumplirse parte por parte, marcando epopeyas, bien sean de la proficuidad de un Jacob, fundando un pueblo de sí solo; de la magnitud de Moisés; de la arrogancia de Isaías; de la imponencia de la decapitación de Juan; del terrorífico crimen del Gólgota; o de las tragedias de la inquisición y las hecatombes de la guerra europea, que aun no ha terminado, puesto que la paz no existe.

Mientras tanto esto veían sucederse como cinta biográfica, no les importaba mucho a los siempre detractores, mil veces prevaricadores, puesto que, veían al hombre humilde en su vida y solo (de hombres) porque aun no llamaba a los que habían venido a secundarlo en el cultivo de sus sembrados y en la construcción del edificio fraternal y no acometieron a los hombres cultivadores del sembrado, porque, el Secretario, aleccionado por los Consejeros, había extendido por todo el mundo y por todo el Espacio la semilla, bajo el secreto de la Ley, de educar primero a los espíritus que habían de venir a encarnar y formar las primeras generaciones regeneradas, que siguen viniendo.

Más se dio la voz; y los que estaban esperando la consigna contestaron “Presentes y unidos”. Y fué el primer choque de la luz con las tinieblas, de la Verdad con la mentira, del Espiritismo Luz y Verdad con el Espiritualismo Amalgama y, empezó la lucha, dentro de los mismos centros donde el detractor imperaba rebatiendo la ciencia y consagrando la milagrería, por lo que, los hombres racionalistas, llamaron “Locos” y no sin fundamento, a los que todo lo esperaban gratuito, haciendo omnipotentes a los impotentes espíritus, que sólo pueden cada uno, lo que su sabiduría les da.

No ignorábamos el choque que habría; procurábamos (y lo conseguimos en sus tres cuartas partes), aminorar la brusquedad del encontrón, por cierto, con grave disgusto de los detractores, que preferían que del choque, todo se hiciera añicos ya que ellos, al ser descubiertos, serían anulados. Pero teníamos presente nuestra sabia experiencia y supimos sacar bien del mal y tomar del mal el menos.

Aprovechando estos frutos y esas ventajas, en desafío noble, tendimos la voz de la Verdad por todo el mundo, con nuestras obras, que la podrán calumniar, mas no criticar, sin saber más que las mismas obras; y los que han hecho un examen serio están con nosotros, con la Escuela, abrillantando sus axiomas con el estudio racional, que más los pulimenta y más axiomas quedan.

Aquí sería el escándalo de los detractores: aquellos mismos que ante la irracionalidad de los espiritualistas milagreros y fenomenistas, llaman “Locos” a los espiritistas, mistificados por los espiritualistas, hoy son de lleno espiritistas racionalistas, sin temor de ser “Locos”, porque, razonando, no se puede ser loco; y, Razón es el Espiritismo Luz y Verdad, descubierto a los hombres cuando era hora y sostenido por esta Escuela. Es entonces que los detractores, en su derrota, quieren arrastrar a todos los que más puedan en su caída y aprovechan los prejuicios que antes dejaron en los que formaban los centros y sobre todo en los médiums, ignorantes o fanáticos, o que se creen semidioses, porque los detractores les hacen ver lo blanco negro y ellos, todo lo confían a los espíritus, que hasta los creen de su sola pertenencia, como arrendados, alquilados a su servicio y no pueden comprender, que son ellos los esclavos y juguetes, de la sutileza y perversidad de los detractores.

Vamos a una prueba muy dura: En Justicia, los Maestros Consejeros y Jesús, comunicándose de modo que no pudieran dudar que era él, anunció el Juicio de Ley y por lo tanto habría un Tribunal. De seguida hubo en la tierra muchos tribunales y Jueces del Padre. Tenemos en archivo, tres escritos de términos rimbombantes, con condenas y sentencias a nosotros, de otros tantos “Tribunales del Padre” y “Jueces de Cristo” y “Jesucristo” que si su imbecilidad no hiciera llorar, haría reír su comicidad.

Hemos fundado una “Escuela Magnético Espiritual” y pronto han aparecido otras “Escuela Magnético Espiritual” y aun hablan de “Nueva Escuela” y de las “Dos Escuelas”. ¿Y qué es todo esto si no obra del sutil detractor, para confundir o desvirtuar en lo posible el recto camino trazado?

Hablaron los Consejeros de un maestro; y los hombres, al leer las obras de la Escuela, al fundador de ella y autor de las obras que forman la Escuela, en respeto o convicción, nos apodaron “maestro”; y ya, hay millares de maestros que se apropian las enseñanzas de esas obras y las copian en conferencias; y sería leal, que si lo toman, honren la Escuela de lo que lo toman diciendo al público de dónde lo toman y no salgan con un traje que no es de su medida haciendo propaganda por su sastrería con un “moderno espiritismo” o “nuevo espiritismo”, con lo bueno de Trincado y otros. ¿Cuántos espiritismos debe haber? ¿Tantos como dioses? Repetiré: No hay más que un solo Espiritismo y éste no es de Trincado, ni de Kardec, ni de Moisés, ni aun de Shet. Es el Gobierno Universal del Padre Creador, que llamaremos ya, como lo denominó toda la Cosmogonía, ELOI. Digan, pues, donde toman esos puntos.

No lo hacen porque es una mistificación burda y absurda del detractor, del egoísmo y perversidad; pues restan cuanto pueden, méritos y reconocimientos de la Escuela. ¿Veis si tiene sutilezas el hábil detractor? Pero si los hombres fueran nobles, cerrarían esa puerta al detractor y no le servirían de tristes juguetes.

Se anuncia, con verdad, al misionero regenerador, que no puede ser un hombre y ni aun el Espíritu de Verdad solo, sino el “Espiritismo Luz y Verdad” que es, la solidaridad que en el juicio de mayoría pudo la tierra firmar con los mundos ya regenerados; pero el detractor, infunde a los suyos que, ese Mesías, semidios, sería por fuerza un ser extraordinario; y, unos proclaman el “Gran Instructor” en un Krisnamurthi… ¡Pobre hermano! Que se ve en la necesidad de desmentir a sus diosificadores, dejándose tomar en posesión, en público; y, ya cambian el disco: ya no es Krisnamurthi. Ahora va a nacer en Nicaragua; hace poco nacía Allan Kardec como mesías regenerador, aunque éste, hubiera sido en la existencia anterior a la de Kardec, ¡una lombriz!... ¡Ni siquiera mono darwiniano! Y esto, lo decía un kardeciano, en pomposa conferencia… Verdad es que, en el reino de los ciegos, el tuerto es rey. ¿Y qué queréis que haya más detractores que encarnados, obrando como hombres y en desdoblamiento?

¡Hermanos míos! Si todo ese tiempo lo emplearais en conoceros a vosotros mismos, seguramente no daríais lugar a que el detractor os comulgue con ruedas de molino. Nada esperéis gratuito, ni sin vuestro sacrificio, os habéis de redimir vosotros solos y los milagros, se los hará cada uno, con su progreso.

Lo que cuesta ser experto y maestro (si así lo entendéis mejor) lo vais a ver muy pronto, en el primer tomo de la “Filosofía Enciclopédica Universal” “Voz del Espiritismo” que hoy mismo, 8 de mayo, se acaba de imprimir. Tomad allí las lecciones prácticas y examínese cada uno en aquellas incidencias y pruebas y veréis lo que cuesta hacerse maestro y educar a los espíritus.

Vamos ya al objetivo de esta Pragmática y cada uno recoja en ello lo que le corresponda.

Hemos empezado una organización, al fin que toda obra tiene, o sea, la unión de fuerzas en una sola fuerza provechosa, porque ya es hora.

Los hombres, en el conjunto, todos son buenos y de provecho: más examinados cada uno individualmente, cada uno es un antagónico del otro. Solos no saben regirse, (y apelo a las obras de cada uno) mas se nombra en justicia a un director y ya, cada uno de los que no saben regirse a sí mismos, se creen con más aptitudes y más méritos para ser el director. A veces a un director, (por mil causas que yo me sé) le pasa como al que nunca se puso un traje nuevo, que no le viene bien sentarse en ninguna parte; se crece y mira con el rabillo del ojo a los otros, diciendo: yo soy. Y en ves de la unión fraternal que se busca, se convierte la Cátedra y el centro en una sala donde hay jueces y reos, que ninguno sabe su estado, ni su deber. Los reos se escapan y los jueces, se ven desautorizados por la ley, por imprevisores.

No. No hemos instituido Cátedras de Obispos o tronos de Pontífices. No es el Director más invulnerable, ni intangible, que el simple hermano que acude a instruirse; y aun, mientras el simple hermano no tiene más responsabilidad que de sí mismo, el Director tiene culpabilidad en su mal ejemplo de autoritario y la Escuela no lo nombró en ese carácter; pero es la Escuela la que sufre las consecuencias. El Director, es el regulador: el que más obligado está a cumplir los estatutos, si quiere que los demás lo cumplan: el que tiene que dar a todos los ejemplos de cordura, de fraternidad, de justicia equitativa, empezando por sí mismo; el que dará la norma de conducta en moral administrativa material, antes de que la moral espiritual; porque la moral material, se ve, se palpa, se sienten sus efectos y es producto de la moral espiritual. Donde no hay moral, no habrá la resultante reflexión de la moral espiritual. Sin la moral material administrativa, ¿podéis pensar en un bienestar? ¿Qué sería una Comuna sin una perfecta administración de las “Catorce Economías” que hemos expuesto?... Lo que hoy es el mundo entero. El caos. Y sin ese caudal de moral; ¿Podría hablarse del “Gobierno del Espiritismo” como “Política sabia del Creador”, nuestro Padre. Y si el Espiritismo no ha de gobernar y sus hombres, ¿para que sirve?... El dolor que todo esto nos causa, lo debería sentir cada uno y pensar en que, cada hombre es un grado de progreso y no hay dos iguales en progreso. Mas la ley de Justicia no cuenta más que hombres (en los dos sexos) y no admite, ni ella tiene un artículo diferente para el aprendiz ni para el maestro. Lo único que hay es que, el aprendiz no comprende la ley y de su grado para arriba, es insensible; y el maestro, es sensible en todos los grados y le toca sufrir más o gozar más de la comprensión de la ley; esto en lo espiritual; que en lo material, todos cabalgamos en un borriquillo igual en necesidades fisiológicas y materiales y aquí no hay artículo de excepción.

No. No hemos dado dignidades; hemos dado cargos que es cosa bien diferente. La dignidad, se la hará cada uno en el mejor cumplimiento de su cargo. ¿Amáis la Causa? Pues ser para la Causa y no sea la Causa para vosotros. ¿Me llamáis maestro? Pues tomad mi ejemplo y haced que os pueda considerar mis discípulos.

No. No vive el fundador de la Escuela, de ella; El vive para la Escuela, a la que dió todos los productos (y grandes), de su profesión de electricista, desde cuando cada electricista era un apóstol de progreso y era recibido en los pueblos por las autoridades como algo indispensable; como algo que era necesario; y ante el electricista, se descubría el Juez y el Alcalde, o el Gobernante, en el momento que “mágicamente” dejaba sin uso los históricos farolillos, porque encendía sobre sus calles y plazas un nuevo sol; e higienizaba la vivienda desterrando la vela, el candil y aun el intoxicante gas. ¿Qué importaba que el cura excomulgara al electricista llamándolo “Diablo”, si ante el beneficio, hasta la beata, poseída de alborozo gritaba: “Si esto es obra del Diablo, bello es el Diablo, Viva el diablo”. Ya os lo he dicho antes de ahora: de ese bello efecto descubrí su Causa, que sería en concordancia, más bella. La ley del efecto, me reveló la ley en su Causa eterna, siempre progresiva, pues siempre, en el efecto, quedaba algo irresolvible y me decía… “Siempre más allá”… Y más allá fui, encontrando el “Magnetismo Espiritual” y, éste, no era más que el producto dinámico del conglomerado universal de todos los espíritus, formando realmente los dos polos: los progresados y los retrógrados; y vi que el regulador único posible era la razón y… Luz en la inteligencia producía ese dínamo… Y, el dilema arduo, encontraba su “Eureka” en el “Espiritismo Luz y Verdad”. Ahí, ahí tenéis ¡oh maestros improvisados!... la clave “Si No Qua Non” se puede ser espiritista maestro. Pero el Espiritismo Luz y Verdad, ha establecido en sabiduría, tantos grados de estudio, como hombres hay; y cada uno ha de aprender su grado, hasta llegar a penetrar el todo de ese punto, y eso es Espiritismo y ello encierra la Sabiduría del Universo, no quedando sin penetrar, más que el secreto del Creador. Pero en ese punto, se presiente al Padre.

¿Queréis ser maestros? Tanto lo quiero yo que lo seáis que reasumí todo el secreto, en la proclama de la Escuela y os lo entregué: Sedlo pues, pero ya sabéis que: “Solo las obras hacen fe”.

No. No vive el Maestro, de la Escuela; por ella, hasta se ha agobiado y a nadie os pidió nada y aun deberéis, muchos, acusaros de que, algo le habéis retenido, perjudicando a la Escuela; pues es el aceite lubricante que sus ejes necesitan y el fundador lo graduó bien, para que marchara sin recalentamientos.

Nos habéis obligado a esta endecha, con vuestras desinteligencias y absurdas pretensiones y os preguntamos: ¿Qué suma de sacrificios tenéis en vuestro haber? ¿Y quién pretende derechos sino se creó obligaciones? ¿Quiénes se erigen en maestros sin el estudio de dóciles y aprovechados discípulos? ¿No comprendéis, que sin disciplina no hay orden; sin orden, no hay concierto; sin concierto no hay armonía; sin armonía no hay posible autoridad; y sin autoridad no hay gobierno?

Pues bien. La organización, está perfectamente estudiada y no son los Directores, mandones. Son, por orden, la persona representativa que cumple y hace cumplir la ley, o estatutos. No es el árbitro; es el ejecutor de los acuerdos del Consejo al que está sometido y le es superior, porque el Consejo es la autoridad de su predio y el Consejo está sujeto a la mayor autoridad y total de la Asamblea Ciudadana, Provincial o Regional, como el fundador y Maestro Director de la Escuela hoy y después el Maestro Nato, está sujeto a la Asamblea del “Gobierno Universal del Espiritismo” cuyo único juez es, por el Padre, el Espíritu de Verdad.

Habíamos previsto la necesidad y habíamos nombrado otras autoridades, dependientes solamente de las órdenes del Maestro Director y son: los Celadores, Visitadores y Asesores, que en recta justicia, son los que han de examinar las causales de los aciertos o desaciertos de los Directores y propondrán a los Consejos respectivos sus remedios, siempre mirando a la mayor unificación, mejor administración y positiva propaganda, velando justicieramente que los cargos recaigan en hermanos idóneos por méritos y derechos, sin acepción de personas, títulos, ni posición. Pero su exigencia será inflexible en que, todos, cada uno en su grado, cumplan los estatutos, que es ley para todos, y todo lo unifica, moral, material y espiritualmente.


Querer y ser en verdad, Maestros. Pero ser primero, jueces de vosotros mismos, porque nadie impone a nadie como hombre y cada uno vea, si no está en él la falta que quiere ver en el hermano. ¿Cómo queréis que los hechos que esperáis se produzcan, si vosotros mismos detenéis esa armonía que la justicia tiene que imprimir a su acción, para demostrar que la justicia no es un castigo, ni venganza ni siquiera represalia? ¿Habéis sentido aun jamás, el deseo unánime de justicia, sin que impere en cada uno el propio egoísmo? Espiritualmente, nosotros sabemos, que ya, la mayoría de nuestros espíritus, se han iniciado en ese secreto y es por lo que pudimos señalar el “Año de Tregua” en el que los detractores echan el resto de sus perversidades y muchos aun, en materia los sirven y ocasionáis esta “pragmática” o conjunto esencial de leyes del espíritu y del hombre. Mas no creáis que no teníamos de sobra sabido las incidencias que señalo, de las que cada uno habéis de tomar la parte que os corresponda corregir, si es que lo que en miles de cartas y boletas habéis remitido firmadas a esta Cátedra Central, no es el acto más innoble de hipocresía, que habéis de demostrar ahora, que tenéis Amor a la Escuela y su Causa, en todos sus tópicos.

Esa demostración consistirá, en el abroquelamiento de todos los componentes de cada centro, cual si fuese un solo individuo; las secciones que integren la Cátedra Ciudadana, han de formar un solo querer; las Cátedras Ciudadanas que integren las Provinciales han de obrar como una sola voluntad; y el Consejo Regional, al que todo debe converger, tendrá un solo pensamiento: el triunfo de la Causa, manifestando en la fraternidad humana que se concentra todo, en la Cátedra Central.

No imponemos; exponemos: Si hacéis razón, entenderéis que, disciplina es orden y fuerza; y que obediencia razonada, no es relegar derechos, pues vuestra fe ha de ser viva, como hija de la convicción propia y la demostraréis en mayor Amor fraternal cada día y siempre creciente, porque no tiene límites; hay “Siempre más allá”.

Que el Padre Eloí nos bendiga y a todos os da su abrazo, por loa Altos Consejos, Vuestro Hermano.

JOAQUIN TRINCADO

1° DE Mayo de 1926, Buenos Aires.